El marketing emocional como captación de clientes
¿El cerebro humano está diseñado para que le gusten las sorpresas? Esta pregunta que pocos se cuestionan, y que muchos sabrían responder, es la base del marketing emocional, ya que lo primero que tienes que conseguir es desviar la atención del cliente hacia tu producto. Pero, ¿cómo?.
Si queremos conseguir la atención de clientes nuevos, deberemos provocar en ellos una respuesta emocional. ¿Porqué? Esto se debe a que todos los consumidores utilizamos las emociones a la hora de decidirnos, antes de fijarnos en las características del producto en si.
Cuando hablamos de emociones o marketing emocional, hacemos referencia a aquellas acciones de marketing que van dirigidas tanto a las emociones de las personas como a las motivaciones de las mismas.
¿Sabrías decirnos cómo aplicar el marketing emocional? En primer lugar, hay que crear una vinculación, siempre teniendo en cuenta que tus palabras transmiten tus emociones. Mientras más sepas acerca de tus clientes y de la imagen que tienen sobre tu producto, mejor vinculación podrás tener con ellos.
En segundo lugar, hay que crear una experiencia innolvidable. Si lo que pretendes, es diferenciarte de tu competencia, como decíamos al principio del post, debes desviar la atención del cliente, con lo que no te limites únicamente a vender tu producto, sino también a crear experiencias y apórtales beneficios. Podemos decir que el público objetivo recibe alrededor de 5.000 mensajes al día, con lo que tenemos la obligación de hacer cosas diferentes para que nos vean.
En tercer lugar, haz que tus clientes se sorprendan. Ellos perciben lo que ven y lo que sienten, con lo que sorprenderles con los sentidos es muy importante. Intenta que el consumidor tenga un sentimiento a tu favor, puede ser significativo para ellos. La emoción que puede transmitir el vendedor es la mejor manera de fidelizar al cliente. Este punto, es clave, porque es donde reside el objetivo principal del marketing emocional. Hay que ser capaces de sorprender, y remover algo en la mente del consumidor, creando un vinculo afectivo.
No te limites a cubrir expectativas, si puedes, supéralas. Has de saber que la felicidad vende. Si superas estas expectativas, y además junto a la felicidad, excitas la parte del cerebro encargado de tomar decisiones, lograrás que el cliente compre sin que el vendedor, venda.
Un dato curioso a tener en cuenta es que en el 99% de los casos, la compra se hace por impulso, sentimiento o emoción. Hoy en día las personas somos casi imposibles de tomar decisiones de forma racional. Con lo que a los vendedores, se les tiene que cuidar, formar y estimular. Esto es así porque existen miles de productos útiles que cubren las necesidades y no son vendidos. Hay que vender el resultado, lo que aporta el producto, lo que te hará sentir el producto, y no el producto en sí.
Las emociones, son el mayor amigo para poder vender, pero cuidado que no todas lograrán los mismos efectos