El packaging perfecto
¿Qué solución le darías a un consumidor cada vez más exigente a la hora de tomar la decisión de compra para que tenga una buena impresión de nuestro producto, y a su vez de nuestra marca? La solución está en lo que muchos llaman “el vendedor silencioso”, pero, ¿a qué nos estamos refiriendo?.
Para poder vender, y primero que nada, llegar y llamar la atención de un consumidor cada vez más exigente, tenemos varias opciones, pero la más rápida, importante y vistosa es el packaging.
Esta técnica del marketing que nos permite realizar publicidad efectiva de sus producto, es lo que en párrafos anteriores llamábamos “vendedor silencioso”. Esto es así porque su estructura, forma, material y/o colores, provocan reacciones de compra en los clientes potenciales, de manera como bien dice el nombre, silenciosa.
El momento en el que el cliente contacta con el producto por primera vez, es el momento clave en el cual debemos cumplir las expectativas del comprador para conseguir su fidelidad. Por ello, debemos ir más allá de un simple embalaje, y cuidar al detalle las necesidades funcionales, los impulsos irracionales, subjetivos y emocionales que le llevan al cliente a consumir nuestro producto.
Basándonos en los párrafos anteriores, diremos que las características del packaging perfecto deben ser las siguientes:
- Tiene que sorprender favorablemente e incentivar a la compra, con lo que la personalización y el valor añadido que haga que tu cliente se decante por tu producto y no por el de la competencia es muy importante
- Hay que cuidar todo tipo de detalle del mismo, además de ser atractivo y diferenciador. Apostar por la creatividad, el diseño y la originalidad. Este es un punto clave para destacar sobre la competencia.
- Debe ser fácilmente manipulable, y tener en cuenta los factores del tamaño, forma y peso, es decir, debe ser funcional.
- Si el packaging que realizamos tiene o puede tener un doble uso, nos aseguramos que el consumidor lo utilice durante mucho tiempo y la marca del producto perdure más en su memoria.
- Los consumidores escogen el producto en base a lo que les aporta o transmite. Dicho esto el buen packaging debe atraer al consumidor a comprar. Esto se puede conseguir gracias a muchos factores, al color, al tamaño, a lo que les transmite o a si les permite interactuar con el, entre otros muchos factores.
En resumen podemos decir que el packaging perfecto debe ser atractivo, fácilmente identificable, funcional, creativo, y sobretodo que no se te olvide debe llevar la diferenciación de la marca o empresa.
Se trata de que nos recuerden.